domingo, 10 de abril de 2011

Gracias Dios por tus Bendiciones


Hola, son las 23:32 según este computador. Tengo sueño y tengo que estudiar, no sé si lo haga.
¿Sabes?, mi vida cambió mucho. El cambio se llama JesuCristo. Me muevo en un ambiente de mucha vanidad, egocentrismo, poder, etc. Últimamente me he preguntado, por qué Cristo no fue así, teniendo el poder de serlo. Por qué Cristo decide estar entre los humildes, los pobres, los ignorados, los rechazados. Esos eran los amigos de Cristo. Jesús es algo histórico, quizás lo reconoces porque marca el año cero, Antes de Cristo, Después de Cristo. Sin embargo, Cristo es más que un cero. Cristo tomó nuestro lugar, Dios puede perdonar nuestros errores, pecados, no por nuestros méritos, sino por la Cruz de Jesús. Es difícil de entender, y lo que para mí fue un discurso aprendido, hoy en día cobra la mayor importancia de mi vida. Cante por años, alabanzas, Leí la Biblia, y también Oré. Pero, en qué momento, llega el momento de comprensión de que Cristo es el Cordero de Dios, que Dios ya no nos exige, más que amarlo y seguir sus mandamientos.
¿Qué sucede con lo malo, por qué existen momentos difíciles, a pesar de Cristo?
Dios no nos dice que no nos ocurrirán momentos de tristeza, pero la diferencia es que con Cristo en tu corazón es un alivio. Asimismo Dios nos dice que no sobrellevaremos una carga mayor a la que podamos soportar. Hace poco más de un mes, mi pequeña hermana estaba en un coma profundo, su diagnostico era incierto, y ni siquiera respiraba por sí misma. En ese momento, valore todo lo que diariamente parecía insignificante: añoraba su risa, verla correr, saltar, jugar; esas cosas y actividades que son sólo parte de la rutina.
Pedí perdón, clamé a Dios y Él me oyó. Él me dio una nueva oportunidad para amar a mi hermana y mi familia; sólo pidiendo perdón pude acceder al Padre, sólo eso basto para que Él no desatendiera el deseo de mi corazón. Porque el precio lo pago Jesús. El Cristo que trabajaba de Carpintero, que no se movilizaba en autos caros, ni que vivía con lujos; El Hijo de Dios, que nació en un pesebre; las más hermosas señales de humildad.
Mi vida cambió, Dios no sólo atendió la Oraciones que respectaban a mi hermana menor, sino que respondió muchas otras. ¡Gloria al Rey!
Te invito: si algún día tienes una aflicción acude a Dios, Él es realmente grandioso, te ama por sobre todas las cosas, y perdona hasta el peor pecado.
Pero, no olvides:
- Aceptar a Cristo en tu corazón
- Pedir perdón
- Seguir a Cristo para la eternidad.

Cristo es más que estas palabras, Cristo es Amor.

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